En épocas de distanciamiento, y con el avance que la tecnología está demostrando hace años, la biometría facial se perfila como una de las grandes opciones a implementar por parte de las empresas. Su versatilidad de uso permite que cualquier rubro la pueda incorporar en su día a día, desde entidades financieras hasta el rubro salud, cualquiera puede beneficiarse de sus múltiples ventajas.
En primer lugar se evitan traslados, por lo que tener que ir a una oficina comercial para abrir una cuenta o contratar un servicio queda en el pasado. Hoy, un producto que tenga biometría facial en sus dispositivos de escritorio o aplicación móvil, le permitirá a una persona dar de alta algún servicio desde cualquier lugar del mundo.
Por otro lado, las contraseñas son derrotadas por los sistemas contactless, que pueden ser llevados a cabo por medio de la identificación de voz o rostro para acceder a sus cuentas y autorizar operaciones con biometría facial, lo que se traduce en mayor seguridad y veracidad de los datos. Y como resultado de este punto, también se consigue tener un menor contacto con las pantallas.
En cuanto a la seguridad que mencionamos anteriormente, esto se logra porque la selfie que una persona se toma para ingresar, validar o registrarse, se transforma en un patrón encriptado y tokenizado que solo se usará una vez.
En el área de control y acceso de personal, la biometría también puede ayudar en la modalidad teletrabajo. Esto se realiza gracias a que el software se puede instalar en smartphones y tablets de cualquier marca y modelo. Tiene un sistema online, se pueden registrar varios usuarios y hasta es posible utilizar un servicio de geolocalización.
Finalmente, no es necesaria la adquisición de hardware adicional como lectores de pantalla ya que la biometría utiliza las cámaras del celular, tablets o computadoras.
SelhpID, el más elegido
El producto más utilizado es SelphID y permite que un usuario contrate una cuenta o un producto desde cualquier lugar, con solo tomarse una selfie y subir una foto de su DNI. La validación se realiza con la ayuda de un OCR que trabaja en tiempo real, el cual se encarga de extraer los datos de cualquier documento de identidad y compararlos con las bases de datos de sitios gubernamentales. Es importante destacar que este sistema no solo compara los datos, sino que valida la morfología del documento para evitar falsificaciones del mismo.
En Argentina, las empresas que ya han implementado esta solución son Banco ICBC, HSBC Argentina, Banco Galicia, Banco Macro, Balanz Capital, Garantizar Sociedad de Garantía Recíproca (SGR), Banco del Sol, Swiss Medical, Banco Supervielle, HSBC Uruguay, Nubi, Naranja X, e Inviu.